Mi Lú chiquita, desde el inicio fuiste un milagro y desde tu concepción fuiste una guerrera. Tu estancia en mi pancita fue lo más hermoso que viví, compartimos todo y desarrollaste un vínculo muy fuerte con papá, gracias a ese vínculo estoy segura de que te aferraste más a la vida. Y así el 9 de noviembre de 2022 decidiste salir a vivir en este mundo. Semana 34, pesando 1.6 kilos, respiraste y lloraste, te pusieron en mi pecho y me dijeron: “Está muy pequeñita, nos la vamos a llevar a incubadora unos días”. Debido a las condiciones en las que llegaste me quedé 5 días en cuidados intermedios y tú 25 días en UCIN.


 

Naciste con un nuevo y raro síndrome multisistémico derivado del COVID que hizo que tu pericardio se inflamara y tu piel estuviera roja y te ardiera. 25 largos días en UCIN, nos fuimos a casa al 5to. día dejando nuestro corazón ahí en el hospital y yo sin poderme mover mucho. Entonces papá empezó a visitarte tantas veces como podía, te llevaba lechita, te acompañaba en tus controles y tratamientos y sostenía tu manita. Entendí que ese vínculo era el que te mantendría aquí. Yo te visitaba una vez al día, te cargaba piel con piel, te alimentaba, te echaba porras, cantaba y te platicaba. Tú sostenías mi dedo y me veías. Creímos en ti con todas nuestras fuerzas, sabíamos que, si creíamos, tú también creerías en ti. Te veíamos con tubos y catéteres y nos daba una impotencia no poder ayudarte, pero teníamos fe y sabíamos que tus médicos hacían lo mejor.


 

Y al fin llegó el día en que pesaste 1.9kg y nos dijeron “se puede ir a casa”. Ese fue el día más feliz para nosotros. Hoy a tus 3 meses y 5 kilos eres una bebé hermosa, risueña, juguetona y muy despierta. Tu vínculo con papá es indescriptible y estamos tan agradecidos contigo de que hayas dado todo de ti para estar hoy aquí.

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- Con amor Yoelle